jueves, 22 de marzo de 2012
Madama Bovary
Hay un libro princiapal para comprender el realismo y el avance que va a suponer respecto a la literatura anterior. Si queréis conocer algo acerca del argumento del artículo, podéis leer este artículo del país escrito por Muñoz Molina: http://elpais.com/diario/2011/12/10/babelia/1323479578_850215.html
lunes, 19 de marzo de 2012
7. El realismo
EL NATURALISMO
1. Características
Por Realismo entendemos el movimiento o sistema estético surgido en Francia y luego extendido a otros países europeos como Inglaterra, Rusia o España, y que se caracteriza por asignar como fin a las obras artísticas o literarias la imitación de la naturaleza.
En la segunda mitad del siglo XIX, Europa se caracteriza por un rápido crecimiento demográfico urbano, expansión económica, avance de la industria, intensificación del comercio y notable progreso técnico. Desde el punto de vista social hay una consolidación del poder de la burguesía conservadora, por la necesidad de defender sus nuevos privilegios frente a las crecientes presiones del proletariado. La clase obrera, en efecto, se organiza: en 1864 se constituye la primera Internacional (o Asociación Internacional de Trabajadores).
Esta tensión social explica la aparición de gobiernos autoritarios de inspiración conservadora. Los ejemplos más característicos son los de Napoleón III en Francia y en Prusia.
La burguesía marca con sus intereses y su idea de la vida el ambiente de la época. Con ese ambiente se enfrentarán los escritores (y especialmente, los novelistas) desde los más diversos ángulos: aceptación, nostalgias de otras épocas, rebeldía combatida.
La corriente filosofía de la época se caracteriza por la reacción contra el idealismo, el interés por los problemas sociales y el desarrollo de las ciencias experimentales. En el primer aspecto destaca el positivismo y la experiencia es el punto de partida del saber.
Desde el punto de vista de las ideas tenemos el punto Marxista. Y en ciencia destacan las ideas sobre la herencia Mendel y el evolucionismo de Darwin.
Pero el realismo, en la historia literaria, no sólo es una técnica (fundamentalmente de
"relatar"), sino que también es un movimiento literario que llena toda la segunda mitad del siglo XIX y que tuvo su origen en Francia con tres novelistas como Stendhal, Flaubert o Balzac. Un movimiento que, frente a las ensoñaciones románticas, pretende poner los pies en la realidad objetiva, como fruto de una nueva sociedad (la burguesa), de una nueva filosofía (el positivismo) y de la preeminencia de lo científico (Revolución Industrial).
A la segunda tendencia artística de la segunda mitad del siglo se le ha llamado Naturalismo. En filosofía, con este término se designan todos aquellos métodos que tienen como característica común "el considerar la Naturaleza como el único y absoluto principio de lo real".
Pero, desde el punto de vista literario, el naturalismo es un concepto estético que hace de las producciones de la Naturaleza su único objeto de representación. Se produce en un período concreto de la historia literaria (el último tercio del s. XIX, aproximadamente) y se basa en la exageración de los procedimientos del Realismo y en su dependencia del positivismo y del cientifismo que comienza a difundirse por Europa a partir de 1850 como después veremos.
Podemos fijar unos rasgos comunes a todas las novelas realistas. Los escritores se sirven de la observación y documentación para reflejar la realidad/sociedad con el propósito de transformarla. Esto explica que existieran dos tendencias de ideologías encontradas dentro de este movimiento. Por un lado, los conservadores, que se decantan por la vuelta al mundo preindustrial, defendiendo el mundo rural y mostrando la parte amable de la realidad. Por otro lado, encontramos a los liberales, que abogan por la sociedad industrial reinante, pero más justa, y la muestran tal como es.
Desde un punto de vista temático, esta novela gira en torno a la vida burguesa (sus comportamientos, sus inquietudes, sus desazones, sus matrimonios, el dinero,...) o se hace el retrato de los sectores más pobres de la sociedad urbana y del mundo rural, pero sin aportar soluciones ni pautas morales.
Desde el punto de vista formal, el rasgo que define a esta novela es la búsqueda de la verosimilitud, para ello se vale de diferentes recursos, como pueden ser las descripciones muy pormenorizadas; los personajes que evolucionan a lo largo de la obra y aparecen en varias obras del mismo autor. Por este mismo motivo, en la novela realista se unen los hechos históricos con la ficción; los personajes reales con los inventados. También por esta causa la acción transcurre en lugares conocidos, se alude a fechas coincidentes con el momento en que se escribe la obra y se hace que los personajes hablen conforme a su condición social. Otro rasgo formal es la utilización de un narrador, que aun adoptando diferentes formas, suele aparecer como omnisciente (con el papel de cronista). Aparte de la narración tradicional y el estilo indirecto sobresalen el diálogo (caracterización de personajes) y el monólogo interior (subjetividad) y la búsqueda de la naturalidad estilística.
2. El Realismo en Europa
2.1. La novela francesa.
En pleno poderío romántico hubo dos escritores que comenzaron a describir la realidad con una dialéctica distinta, Stendhal y Balzac.
El primero escribe novelas que aún conservan rasgos del romanticismo como el reflejo de sus experiencias o que el amor sea el desencadenante de la acción. Sin embargo, introduce dos rasgos realistas: la importncia de la descripción minuciosa del paisaje y la inserción de personajes en un momento determinado, en una sociedad que funciona como marco y explicación de historias individuales. Sus novelas principales son Rojo y Negro y La Cartuja de Parma. Destaca, sobre todo, por sus magníficas dotes de observación de carácter psicológico.
Honorè de Balzac posee una precisión mucho más objetiva, por lo que inaugura la gran generación de novelistas realistas.Autor de más de 90 novelas que agrupó bajo el título de La comedia humana con la intención de ofrecer un mosaico de la sociedad de sus tiempo. Esta novela está poblada de casi 2000 personajes, que se repiten en unas y otras novelas, y cuyas vidas se entrelazan y se superponen. El carácter de muchos de ellos está dominado por la codicia, el deseo de ascención social y el egoísmo. Balzac observa todo, tanto al individuo como a la sociedad. Cada estrato de la vida común tiene unas características que el novelista observa y describe. Destaca Eugenia Grandet, relato en el que la avaricia de un hombre, Grandet, capaz de traicionar incluso a su hermano, queda compensada por la bondad de su hija Eugenia.
Gustave Flaubert tiene la misma preocupación por someterse al tema, eliminando lo lírico y personal del Romanticismo. Pero en él hay una gran preocupación estilística que no encontramos en Balzac, y que lo lleva a cuidar su expresión. Flaubert consigue el equilibrio entre la narración y la descripción. La acción de sus novelas está llevada con suma habilidad, a pesar de haber tratado temas tan distintos como Salambó, que narra la vuelta de los mercenarios cartagineses después de la primera guerra púnica, y Madame Bovary, que nos explica la desastrosa vida y muerte de una mujer que sueña demasiado. El empeño que el autor puso en esta obra –casi seis años tardó en escribirla‐ nos revela que está llena de secretas intenciones. Emma Bovary es un quijote femenino, aunque en su caso son novelas sentimentales y amorosas, y no de caballerías, las que deforman su imaginación; es una provinciana con la cabeza llena de viento, que ha leído poco y mal, pero lo suficiente para sentirse incomprendida despreciando al burgués de su marido y lanzándose a amoríos. La obra es, en el fondo, una sátira amarga contra los sueños románticos. Y, al igual que Cervantes, Flaubert supo dotar a su personaje de una humanidad tal que la figura del personaje principal nos atrae irresistiblemente y queda muy por encima de la sátira con que el autor ridiculiza los gustos y las costumbres burguesas de la época.
Con el paso del tiempo, las notas realistas se van acentuando hasta llegar a un punto en que es
más importante mostrar que describir. Los hermanos Goncourt hacen que el realismo pesimista de
Flaubert pase a un naturalismo del que Émile Zola será, posteriormente, el representante más
importante. Este autor llevará a la exageración máxima los principios del Naturalismo.
2.2. La novela inglesa.
En la segunda mitad del siglo XIX, como en toda Europa, cambian los ambientes. Es el reinado
de Victoria el periodo de consolidación y progresos políticos. Y, sin duda, el gran novelista de esta época es Charles Dickens, cuya infancia se ve marcada por la prisión que sufre su padre, por lo que tiene que ganarse la vida en una fábrica. Luego fue empleado y periodista, hasta que sus éxitos literarios le procuraron una sólida posición y enorme popularidad. De esta formación nutrió los ingredientes de sus novelas: juventud desamparada, oficios humildes, gentes pobres con quienes convive, barrios marginales…
El realismo de Dickens no es, no obstante, sombrío, sino amable, sonriente y tierno. Sus mejores relatos se refieren a niños o gentes extravagantes o pintorescas. Entre sus obras más destacables citaremos David Copperfield, Cuento de Navidades y Oliver Twist.
2.3. La novela rusa. Tolstoi.
Prácticamente toda la producción novelística rusa del siglo XIX pertenece al realismo, y ofrece cuatro nombres de la literatura universal: Gogol, Turgeniev, Dostoievski y Tolstoi.
Nicolas Gogol se inició en el Romanticismo y publicó una gran novela histórica, Taras Bulba.
Las almas muertas, que describe la terrible realidad campesina aplastada bajo el cielo de la estepa.
De Turgeniev destaca su famosa novela Padres e hijos, que expone el ambiente de lucha de la
sociedad de su tiempo. Con él se inicia, sin duda, la edad de oro de la narrativa rusa. Otras obras suyas son Mumu y Un rey Lear de la estepa, de obvia influencia shakespeareana.
Fedor Dostoievski forma, junto a Tolstoi, la gran pareja de novelistas rusos del realismo. Entre los dos descubren el más importante principio de la psicología moderna: la ambivalencia de los sentimientos. El amor y el odio, la humildad y el orgullo, la miseria y la grandeza están inseparablemente unidos, porque todo impulso, toda excitación engendra su contrario.
La vida de Dostoievski, tras ser condenado a muerte y serle conmutada la pena por su destierro a Siberia, transcurre llena de contrariedades y desengaños, lo que influirá mucho en su concepción de la novela. De esta manera, graba tipos miserables, desgraciados, excéntricos, anormales, siempre
poseídos por extrañas pasiones o enfermedades. Sus novelas son abrumadoras y alucinantes, al mismo tiempo que grandiosas por la fuerza e intensidad de los temas y el profundo análisis psicológico con que retrata a los personajes. Tal es el caso de obras como Crimen y castigo, Humillados y ofendidos o Los hermanos Karamazov.
León Tolstoi, aunque no le va a la zaga, no alcanza su fuerza patética. A pesar de ello, es también uno de los grandes de la literatura universal.
En la obra de este autor se advierten unos temas dominantes, que convierten al escritor ruso en puente entre el Realismo y la literatura del siglo XX:
- La cuestión social. El escritor muestra un retrato completo de la sociedad de su tiempo. La nobleza aparece como hipócrita y egoísta, pervertida y artificiosa, frente a la clase trabajadora que es depositaria de los verdaderos valores humanos.
- La cuestión existencial. Muchos de sus personajes son infelices ante sus circunstancias y buscan un sentido que justifique sus vidas, hecho por el que se produce un choque entre los deseos y las normas sociales.
- La cuestión religiosa. El autor entiende la fe como única vía de escapa a la angustia vital. Pero se le plantean dos problemas: el choque entre religión y poder representado por la Iglesia a la que culpa de muchas injusticias sociales; y en segundo lugar, los interrogantes acerca del ser humano que no puede resolver con su fe.
En Ana Karenina, por ejemplo, hace un estupendo análisis de una contradictoria psicología femenina. Narra la trágica pasión amorosa de Ana, casada sin amor con el ministro Alejo Karenin, que se siente perdidamente atraída del joven oficial Alexis Vronski. Después de una lucha interna, abandona su casa, su esposo, su hijo, para irse a vivir con Vronski. La falsa situación social, la prohibición de ver a su hijo, las continuas reyertas entre los amantes, provocan la ruptura y la desesperación que obliga a Ana a arrojarse en la vía férrea al paso del tren.
Estas obra quedan sin embargo, ensombrecidas por Guerra y paz, un relato de perfil realista construido a partir de las vivencias entrelazadas de varias familias de origen aristocrático. Junto a estos personajes, además, surgen otros menos definidos pero con una gran relevancia histórica, tales como el emperador Napoleón I, el general Kutúzov y Alejandro I, entre otros.
Tolstói ofrece una descripción perfecta de cada uno de ellos y, a través de sus vivencias, deja al descubierto numerosos episodios que se desarrollaron a lo largo de más de cincuenta años de historia rusa, desde las guerras napoleónicas hasta mediados del siglo XIX. La campaña rusa en Prusia, el incendio de Moscú y el accionar del ejército francés en Rusia son sólo algunos de los acontecimientos bélicos y revolucionarios que, en “Guerra y Paz”, se conjugan con las crónicas familiares.
Hacia el final de su carrera escribirá La muerte de Ivan Ilich novela corta que muestra un cambio de mentalidad del autor en el que se plantea el sentido de la organización de la sociedad. La obra gira en torno a Ivan Ilich irá muriendo, y planteándose el porqué de esa muerte y de esa soledad que lo corroe, a pesar de estar rodeado de personas en el mundo aristocrático y que él mismo ha construido.
El Naturalismo.
Este movimiento pretendió llevar hasta sus últimas consecuencias los postulados del Realismo, por lo que intentó retratar la realidad con un método científico, para lo que hizo de la observación y de la experimentación su método de trabajo. La conclusión a la que llegaron sus cultivadores es que el hombre es pura materia y que no tiene libertad de actuación, porque su existencia se halla determinada por la herencia genética (Mendel) y las circunstancias sociales. Todo lo anterior explica que las novelas naturalistas estuvieran protagonizadas por tarados, alcohólicos, psicópatas, seres que obedecían a impulsos primarios; esto es, personajes dominados por su origen biológico o por la sociedad opresiva en la que vivían. Sus bases fueron establecidas por el autor francés Émile Zola, a partir de dos corrientes científicas y filosóficas de la época:
- El Materialismo: considera que todo tiene una explicación física y niega la existencia de un Ser Superior.
- El Determinismo: entiende que la razón de los problemas sociales están en el ambiente y la de los individuos en la herencia biológica.
Zola considera que "El novelista está compuesto de un observador y un experimentador". El observador escoge su tema (el alcoholismo, por ejemplo) y emite una hipótesis (el alcoholismo es hereditario o se debe a la influencia del entorno). El método experimental reposa sobre el hecho de que el novelista "interviene de una manera directa para colocar a su personaje dentro de las condiciones" que revelarán el mecanismo de su pasión y verificarán la hipótesis inicial.
Cabe destacar que, si bien Realismo y Naturalismo son muy parecidos en el sentido de reflejar la realidad tal y como es (contrariamente al idealismo romántico), la diferencia radica en que el Realismo es más
descriptivo y refleja los intereses de una capa social muy definida, la burguesía, mientras que el Naturalismo extiende su descripción a las clases más desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y casi
mecánica la raíz de los problemas sociales y alcanza a hacer una crítica social profunda; además, si el
individualismo burgués es siempre libre y optimista en su fe liberal de que es posible el progreso sin
contrapeso y labrar el propio destino, el naturalismo es pesimista y ateo merced al determinismo, que afirma que es imposible escapar de las condiciones sociales que guían nuestro sendero en la vida sin que podamos hacer nada por impedirlo. El autor más representativo del naturalismo francés es Zolá que junto a un pequeño grupo de autores entre
los que está Guy de Maupassant o los hermanos Goncourt desarrollaron esta nueva teoría que aplicaron a sus obras. El tema principal de de su obra es la denuncia de la sociedad francesa. En La taberna se narra la vida de
Gervais una mujer de clase obrera que es abandonada por su marido y lucha por mantener a su familia sin
poder evitar que todos sus esfuerzos queden diezmados por la degradación que nace del ambiente que los
rodea. Germinal se desarrolla en Francia, en un pueblo donde la vida gira en torno a las minas de carbón,
lugar de donde la mayor parte de las familias obtienen sustento de éstas. Esta novela que forma parte de Les Rougon Macquart, serie de novelas en torno a una familia, denuncia la luchas del trabajo frente al capital
en el contexto de la las luchas obreras de finales del siglo XIX. En ella aparece retratado el obrero que vive en unas condiciones inhumanas y por cuyas venas corre la ira y el rencor que no conseguirá aplacar el
control del capital que surge como un dios inaccesible que controla la vida de los obreros. Además del Naturalismo que ofrece una revisión del término realista, otros autores rebatirán la función
utilitaria que este término adjudica al arte. Surgirá el Parnasianismo francés preocupado por encima de todo por la búsqueda de la perfección formal del texto literario. Algo después, el Simbolismo también se aparta
del realismo, al considerar la realidad material simplemente como un punto de partida que permite al artista
llegar a la verdad escondida tras lo aparente.
domingo, 11 de marzo de 2012
6. El movimiento romántico
El movimiento romántico.
El Romanticismo literario es el movimiento que dominó la literatura en Europa desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. El término romántico se empleó por primera vez en Inglaterra en el siglo XVII con el significado original de `semejante al romance´, con el fin de denigrar los elementos fantásticos de la novela de caballerías muy en boga en la época.
El Prerromanticismo se extiende desde la mitad del siglo XVIII hasta la aparición de Goethe y la explosión de la Revolución francesa de 1789. Algunos autores de la Ilustración como Rousseau o Diderot comienzan a dar cabida en sus textos a las emociones, la sensibilidad y el análisis de su intimidad como reacción contra el excesivo peso de la razón.
Más radical fue la postura del movimiento alemán Sturm und Drang (“La tormenta y el ímpetu”)1770-1785, que se desarrolla en Alemania alentado por el pensador Herder, Schiller y Goethe para apoyar la libertad creadora y la expresión de los sentimientos.
Tras la obra de Goethe ya puede hablarse de Romanticismo pleno, movimiento que domina la literatura occidental hasta mediados del siglo XIX. Estos escritores se muestran partidarios de la Revolución Francesa de 1789, pero la época de Robespierre siembra el miedo en una parte de los autores, por lo que se producen dos tendencias:
Romanticismo tradicional, que no llega a la rebeldía absoluta y limita la libertad individual por miedo al desorden y al caos. Se incluyen en esta tendencia Walter Scott, en Inglaterra, Chateaubriand en Francia, y el Duque de Rivas y José Zorrila en España.
Romanticismo revolucionario o Romanticismo liberal que reclama los derechos del individuo frente a la sociedad y a las leyes. Sus representantes más destacados son Lord Byron, en Inglaterra, Víctor Hugo, en Francia y José de Espronceda en España.
En la segunda mitad del siglo XIX la literatura europea se orienta hacia la realidad, sin embargo un buen número de escritores continuarán la exploración de los sentimientos humanos y la negación del valor de lo real en lo que se ha llamado el Posromanticismo.
Antecedentes del movimiento romántico (ampliación de la primera parte).
Puede considerarse que el antecedente más inmediato del movimiento del romanticismo en la literatura europea, surge en Alemania y casi simultáneamente en Francia, hacia fines del Siglo XVIII.
A mediados del siglo XVIII, sin que aún existiera una unidad política, la economía alemana había florecido; pero en cierto modo faltaba a la nación alemana un desarrollo cultural en lo literario, con un contenido susceptible de considerarse clásico, como existía en Francia. Pero el florecimiento económico, dio lugar al surgimiento de algunos centros urbanos (Leipzig, Frankfurt), que propiciaron el surgimiento de una corriente cultural de gran contenido nacionalista y con acento en el perfeccionamiento del idioma alemán, al que se procuraba depurar de palabras de origen latino o francés.
Durante el último tercio del siglo XVIII había surgido en Europa una reacción contra el racionalismo, en cierto modo encabezada por Rousseau, con el postulado de su novela Emilio de retornar hacia la Naturaleza. El cuestionamiento del culto de la razón, había sido establecido firmemente en Inglaterra, donde la obra de Shakespeare había despertado el entusiasmo por sustituir ese culto de la razón en la obra literaria y poética, por un fuerte predominio del sentimiento y la individualidad. Claro ejemplo de esta tendencia es C. M. Wieland, (1733-1813), que escribió una epopeya en verso, Oberón, de ambiente medieval legendario, que constituye un claro antecedente del romanticismo.
En 1776, se publicó en Alemania una comedia de que es autor Maximilian Klinger (1752-1831), cuyo nombre en alemán, “Sturm und Drang” terminó asignándose a un movimiento literario surgido entre los años 1770 y 1785, cuyos cultores, siguiendo las ideas de Johann Gottfried Herder (1744-1803), siguieron al escritor alemán J.W. Goethe (1749-1832).
Paralelamente en 1760 el poeta irlandés Macpherson encontró una colección de poemas líricos que suponían el paralelo de la épica homérica y los atribuyeron a Ossian, un poeta irlandés cuyo nombre recogen las leyendas antiguas. En ellos se recreaban un mundo celta antiguo lleno de sentimientos heroicos y apasionados. Estos poemas de origen incierto pudieron ser recogidos por parte de Macpherson a través de la tradición oral y refundidos según el gusto contemporáneo. La defensa de este autor ficticio se convirtió en un acto de rebeldía literaria contra los modelos grecolatinos seguidos por el Neoclasicismo.
Características del romanticismo literario
Esta nueva forma de entender la literatura en los últimos años del siglo XVIII y a principios del XIX cristaliza en una serie de rasgos que configuran lo que se entiende como Romanticismo.
Romanticismo contra Ilustración: el Romanticismo fue un movimiento radicalmente opuesto al de la Ilustración del siglo anterior. Los ilustrados creían firmemente en la fuerza de la razón, cuyas “luces” podían guiar al hombre hacia la verdad y la felicidad. Para el Romanticismo, el ansia de libertad del hombre era una aspiración inalcanzable. El hombre era un ser desgraciado en esta vida, porque la sociedad le impedían realizar los deseos personales y los impulsos del corazón
· La moral romántica. Los héroes de la literatura romántica son hombres rebeldes que aspiran a una absoluta libertad moral. La literatura exalta a los bandidos, piratas, reos, mendigos, prostitutas; seres al margen de la sociedad y de sus leyes ·
“El Romanticismo es el liberalismo en Literatura”: Muchos románticos se rebelaron contra la concepción de que el progreso debía estar liderado por una minoría ilustrada y lucharon por la implantación del liberalismo.
· Subjetivismo: El escritor romántico va a exponer su “yo” la contemplación de los demás sin vergüenza ni pudor. La consecuencia inmediata será un auge incontenible de la poesía lírica mediante la cual se expresan los sentimientos personales.
Romanticismo contra Ilustración: el Romanticismo fue un movimiento radicalmente opuesto al de la Ilustración del siglo anterior. Los ilustrados creían firmemente en la fuerza de la razón, cuyas “luces” podían guiar al hombre hacia la verdad y la felicidad. Para el Romanticismo, el ansia de libertad del hombre era una aspiración inalcanzable. El hombre era un ser desgraciado en esta vida, porque la sociedad le impedían realizar los deseos personales y los impulsos del corazón
· La moral romántica. Los héroes de la literatura romántica son hombres rebeldes que aspiran a una absoluta libertad moral. La literatura exalta a los bandidos, piratas, reos, mendigos, prostitutas; seres al margen de la sociedad y de sus leyes ·
“El Romanticismo es el liberalismo en Literatura”: Muchos románticos se rebelaron contra la concepción de que el progreso debía estar liderado por una minoría ilustrada y lucharon por la implantación del liberalismo.
· Subjetivismo: El escritor romántico va a exponer su “yo” la contemplación de los demás sin vergüenza ni pudor. La consecuencia inmediata será un auge incontenible de la poesía lírica mediante la cual se expresan los sentimientos personales.
El panteísmo naturalista. La naturaleza se presenta como un gran organismo viviente, libre y salvaje; incluyendo en ese concepto los componentes espontáneos y hasta instintivos del ser humano, que en último análisis son vistos todos ellos como otras tantas manifestaciones de la voluntad divina.
· Ansia de libertad: el hombre romántico reacciona contra todas las trabas que habían cohibido el espíritu humano hasta entonces: luchan contra la moral tradicional, contra la monarquía absolutista, contra la contención de los sentimientos impuesta por la Ilustración, contra todo lo que signifique norma, traba, esclavitud. Tratan de crear un mundo en el que la libertad sea la única norma.
· Fuga del mundo circundante: La humanidad no les comprende, la patria les destierra, la mujer que había soñado no existe. Decepcionados por la incomprensión, se rebelan contra es sociedad y huyen. Esa huida puede ser realizada de tres modos distintos: · a) A través de los viajes. · b) Construyendo mundos de poesía y ensueño sobre la Edad Media y los países orientales. · c) La huida definitiva: el suicidio.
La valoración de lo misterioso como un componente de los hechos que ocurren con prescindiendo de la lógica racional, los autores frecuentemente acuden a la fuente de las leyendas y supersticiones populares; que además representan un recurso de extracción nacionalista alemana.
Nacionalismo: los románticos exaltan los rasgos típicos, diferenciadores de su país. Se produce una revalorización de la literatura, costumbres y leyendas medievales, de las tradiciones populares y el folclore.
· Descubrimiento del paisaje: el paisaje es un personaje más de la obra. El paisaje será un reflejo del alma turbulenta del escritor: cumbres, selvas, mares tempestuosos, el ambiente nocturno, la luna, los sepulcros, las ruinas acompañarán los distintas estados de ánimo del escritor romántico.
Renovación estilística. Se desarrollaron los recursos narrativos como por ejemplo el cultivo del relato en verso, así como recursos efectistas y la combinación de valares contrapuestos como la alternancia de episodios cómicos y trágicos en el teatro o la variedad de metros incluidos en un poema.
Goethe
Miembro principal del movimiento Sturm und Drag, con el que entró en contacto en Estrasburgo y gracias al que aprendió una nueva forma de enfrentarse a la creación artística. Se trata de un escritor que aún mantiene muchas rasgos de la Ilustración como la búsqueda del bien y la felicidad frente a la lucha contra el orden establecido, la fe en el triunfo de la inteligencia ordenadora sobre el azar y el caos y la defensa de la libertad aplicada al arte y no a la política. Sin embargo, su obra también presenta características románticas como son: la proyección de sus experiencias vitales en las obras, la defensa de la libertad creativa, la ambientación de paisajes oscuros y misteriosos que reflejan los sentimientos de los personajes y la rebeldía y las pasiones desbocadas.
La producción de Goethe pasa por dos etapas diferentes. La primera (1749-1786) se caracteriza por el romanticismo. En ella destaca Las desventuras del joven Werther, que cuenta la pasión amorosa del protagonista hacia Carlota y la imposibilidad de dicho amor que le sume en una infelicidad que termina en suicidio. El romanticismo queda patente en sus temas amor frustrado, que provoca dolor y rebeldía contra las normas morales, en el lenguaje lleno de hipérboles y exclamaciones y en la utilización de experiencias biográficas propias, ya que la frustración que inspira la obra se debe a su fracaso sentimental y la idea de la muerte proviene del suicidio de un colega.La segunda etapa (desde 1786) se caracteriza por un acercamiento al Clasicismo. En ella destacan Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796), que gira en torno a su evolución personal y Fausto (1808)en la que se desarrolla el tema del pacto con el diablo que aparece en una novela alemana del siglo VI y fue tratado por Marlowe en el siglo XVI. Esta es una obra aparentemente dramática que no fue concebida para ser presentada dadas las variaciones de ambiente, las digresiones, la mezcla de géneros (teatro, poesía filosofía), la alternancia de acciones y la complejidad de la trama.
La primera parte de esta compleja tragedia se articula en torno a dos centros fundamentales; el primero es la historia de cómo Fausto, fatigado de la vida y decepcionado de la ciencia, hace un pacto con el diablo que le devuelve la juventud a cambio de su alma; el segundo es la historia de amor entre Fausto y Gretchen, que Mefistófeles manipula de forma que Fausto llegue al homicidio - mata al hermano de su amada - y Gretchen tenga un embarazo indeseado, que le conduce primero al infanticidio y luego a ser ejecutada por asesinar a su hijo. La segunda parte que se publicó tras la muerte del autor narra el viaje de Fausto y Mefistófeles hasta la Gracia Antigua donde el protagonista se enamora de Helena de Troya. Fausto se vuelca en realizar una serie de reformas políticas con las que antepondrá el bien colectivo al egoísmo individual.
La gestación de la obra se prolongó durante sesenta años, por ello, en él confluyen el entusiasmo romántico del joven Goethe y la serenidad clásica de la madurez. En esencia la obra dramatiza el inútil empeño del hombre por superar las limitaciones que le impone su naturaleza, tanto en la pérdida de la juventud como en la ignorancia de los asuntos de la vida y del universo.
La nueva poesía del Romanticismo
La poesía es el género predilecto para la expresión de las pasiones y los sentimientos. Su importancia es tal que pasa a formar parte de las obras dramáticas y novelescas desdibujándose así la división entre géneros. La gran novedad de los románticos reside en la reflexión y teorización sobre la labor creativa. La belleza existe, pero está escondida y solo los genios pueden percibirla y luchar con el lenguaje para comunicarla. La poesía es un reflejo de los sentimientos y emociones que el artista plasma en la obra sin obedecer a ningún tipo de regla formal.A lo largo del movimiento romántico se distinguen dos líneas poéticas principales. Una de ellas es intimista y contenida y aborda temas como la nostalgia, la melancolía y el paso del tiempo. En ella destacan autores como Heine, Novalis o Keats. La segunda línea es grandiosa y épica y se caracteriza por largos poemas narrativos en los que aparece el desbordamiento pasional. Los poetas que mejor la representan son Byron, Shelley, Víctor Hugo o Espronceda.
Inglaterra
El Romanticismo inglés arranca en 1798 con las Baladas líricas, compuestas por dos autores: William Wordsworth (1770-1850) y Samuel Coleridge (1772-1834). Las Baladas líricas se dividen en dos partes, cada una de las cuales es una propuesta lírica diferente. La primera, obra de Wordsworth, se inspira en situaciones de la vida cotidiana expresadas con un lenguaje que se asemeja al de uso común. Muestra el rechazo a la herencia del racionalismo(ciencia e industria) porque altera el estado natural con el que dios dotó a las cosas. Coleridge pretende en la segunda parte de las baladas transportar al lector a un mundo dominado por el instinto y la fantasía, características pincipales de su concepción del ser humano. Además de esta obra conjunta, Wordsworth es autor de El preludio, y Coleridge, de La balada del viejo marinero.
El Romanticismo inglés alcanza su máximo esplendor con Lord Byron, Shelley y Keats. Se les conoce como los poetas «satánicos», en alusión a Satán, el rebelde por excelencia, debido a su inadaptación a la sociedad de la época. Los tres coronaron con prematuras muertes, lejos de Inglaterra, sus atormentadas y errantes vidas, ejemplos también de existencias románticas.
Lord Byron (1788-1824) logró una enorme fama en su tiempo, en parte por su escandalosa existencia, en parte por sus extensas obras. Sus primeras composiciones poéticas son plenamente románticas, como Las peregrinaciones de Childe Harold, que narra los viajes del melancólico protagonista por el sur de Europa, o El corsario, leyenda en verso con héroe individualista y rebelde. Su obra maestra es el extenso e incompleto Don Juan, sobre el famoso conquistador. Byron también escribió obras de teatro: la tragedia Manfredo y los dramas Marino Faliero y Los dos Foscari.
Percy Bysshe Shelley (1792-1822), amigo y compañero de viajes de Lord Byron, abandonó a su esposa y a su patria para recorrer Europa y murió ahogado en un naufragio. En su obra plasmó un gran idealismo, matizado por una profunda melancolía. Escribió extensas obras entre dramáticas y poéticas, como Prometeo liberado, en la que expresa su fe en la humanidad, o La reina Mab. Sus poemas líricos, más breves, como la Oda al viento del Oeste, destacan por su musicalidad y abundantes metáforas. También compuso una elegía titulada Adonais, inspirada por la muerte de Keats.
John Keats (1795-1821) escribió largos poemas narrativos, como Endymion, un homenaje a la cultura griega, pero su fama se debe a sus poemas breves, recogidos en los libros Odas, Sonetos y Lamia y otros poemas. En ellos destaca la búsqueda y la expresión de la belleza, y la creación de atmósferas sugestivas mediante ricas imágenes. Keats reflexiona sobre la condición humana, el tiempo y el arte, dando rienda suelta a sus sentimientos.
Alemania
El desarrollo de la poesía alemana pasa por tres momentos asociados con las tres generaciones románticas.
El primero de ellos se sitúa en la primera mitad del siglo XVIII con el movimientos Sturm und Drang y que está caracterizado por una escenografía tormentosa, nocturna y macabra que quiere reflejar el desajuste espiritual que sufren los poetas.
El segundo momento llega de la mano de Holderlin (1770-1843) y Novalis (1772-1801). El primero encuentra el ideal en la naturaleza y en una Grecia antigua que idealiza hasta convertir en un ejemplo de los más altos valores. Compone largas elegías como Hiperión en las que muestra al ser humano abandonado por dios y con la necesidad de enfrentarse a su destino. Novalis crea un largo poema titulado Himnos a la noche en el que se desarrolla el tema de la amada y su deseo de encontrarse con ella. Para él la noche es la muerte atravé sde cuyo misterio es posible reencontrarse con la amada.
El tercero está representado por Heine (1797-1856) cuya obra lírica se caracteriza por la imitación de las formas populares y la sátira política contra Alemania y los supuestos valores germánicos.
Resto de Europa.
Inglaterra y Francia serán dos países que marcarán las líneas del Romanticismo en Europa. En Francia destaca A. de Lamartine que publica en 1820 Divagaciones poéticas en el que desarrolla los temas de la melancolía amorosa y el acercamiento subjetivo al paisaje con un lenguaje literario sencillo.
En Italia destaca la figura de Leopardi que en sus Cantos (1831) se enfrenta a la realidad enalteciendo la Antigüedad frente al mundo moderno en el que solo encuentra soledad que a veces aplaca con el contacto con la naturaleza y la crítica al cristianismo.
En Estados Unidos Edgar A. Poe construye una obra poética cercana al simbolismo. En España José de Espronceda representa la tendencia romántica más exaltada y rebelde, mientras que Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Bécquer ofrecen una lírica intimista que se encamina hacia la lírica moderna.
Conclusión
El romanticismo fue perdiendo su gran impulso, hacia mediados del siglo XIX. Por lo menos en el campo literario, donde surgieron nuevos movimientos, tales como el parnasianismo y el simbolismo en la poesía, o el realismo y el naturalismo en la prosa. Baudelaire o Bécquer parten de ideas románticas para crear una actitud literaria que opta por la proyección del yo y se opone a lo real, lo material y lo establecido.
Sin embargo, aunque no en una forma pura y elevada sino más bien como un concepto general - y a menudo como referencia inapropiada, respecto de ciertos tipos de expresión cultural masificada - sigue siendo un término de referencia para ciertos tipos de estilos y de contenidos, tanto en la literatura como en algunas formas surgidas a partir de las tecnologías del cine y la televisión.
El romanticismo, por lo tanto, aparte de haber sido y seguir siendo un movimiento literario de gran importancia en su ámbito, ha tenido una gran repercusión cultural de mucho más vasto alcance; en cuanto suscita la contraposición entre la emotividad y la racionalidad en muchos otros órdenes de la vida.
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