EL NATURALISMO
1. Características
Por Realismo entendemos el movimiento o sistema estético surgido en Francia y luego extendido a otros países europeos como Inglaterra, Rusia o España, y que se caracteriza por asignar como fin a las obras artísticas o literarias la imitación de la naturaleza.
En la segunda mitad del siglo XIX, Europa se caracteriza por un rápido crecimiento demográfico urbano, expansión económica, avance de la industria, intensificación del comercio y notable progreso técnico. Desde el punto de vista social hay una consolidación del poder de la burguesía conservadora, por la necesidad de defender sus nuevos privilegios frente a las crecientes presiones del proletariado. La clase obrera, en efecto, se organiza: en 1864 se constituye la primera Internacional (o Asociación Internacional de Trabajadores).
Esta tensión social explica la aparición de gobiernos autoritarios de inspiración conservadora. Los ejemplos más característicos son los de Napoleón III en Francia y en Prusia.
La burguesía marca con sus intereses y su idea de la vida el ambiente de la época. Con ese ambiente se enfrentarán los escritores (y especialmente, los novelistas) desde los más diversos ángulos: aceptación, nostalgias de otras épocas, rebeldía combatida.
La corriente filosofía de la época se caracteriza por la reacción contra el idealismo, el interés por los problemas sociales y el desarrollo de las ciencias experimentales. En el primer aspecto destaca el positivismo y la experiencia es el punto de partida del saber.
Desde el punto de vista de las ideas tenemos el punto Marxista. Y en ciencia destacan las ideas sobre la herencia Mendel y el evolucionismo de Darwin.
Pero el realismo, en la historia literaria, no sólo es una técnica (fundamentalmente de
"relatar"), sino que también es un movimiento literario que llena toda la segunda mitad del siglo XIX y que tuvo su origen en Francia con tres novelistas como Stendhal, Flaubert o Balzac. Un movimiento que, frente a las ensoñaciones románticas, pretende poner los pies en la realidad objetiva, como fruto de una nueva sociedad (la burguesa), de una nueva filosofía (el positivismo) y de la preeminencia de lo científico (Revolución Industrial).
A la segunda tendencia artística de la segunda mitad del siglo se le ha llamado Naturalismo. En filosofía, con este término se designan todos aquellos métodos que tienen como característica común "el considerar la Naturaleza como el único y absoluto principio de lo real".
Pero, desde el punto de vista literario, el naturalismo es un concepto estético que hace de las producciones de la Naturaleza su único objeto de representación. Se produce en un período concreto de la historia literaria (el último tercio del s. XIX, aproximadamente) y se basa en la exageración de los procedimientos del Realismo y en su dependencia del positivismo y del cientifismo que comienza a difundirse por Europa a partir de 1850 como después veremos.
Podemos fijar unos rasgos comunes a todas las novelas realistas. Los escritores se sirven de la observación y documentación para reflejar la realidad/sociedad con el propósito de transformarla. Esto explica que existieran dos tendencias de ideologías encontradas dentro de este movimiento. Por un lado, los conservadores, que se decantan por la vuelta al mundo preindustrial, defendiendo el mundo rural y mostrando la parte amable de la realidad. Por otro lado, encontramos a los liberales, que abogan por la sociedad industrial reinante, pero más justa, y la muestran tal como es.
Desde un punto de vista temático, esta novela gira en torno a la vida burguesa (sus comportamientos, sus inquietudes, sus desazones, sus matrimonios, el dinero,...) o se hace el retrato de los sectores más pobres de la sociedad urbana y del mundo rural, pero sin aportar soluciones ni pautas morales.
Desde el punto de vista formal, el rasgo que define a esta novela es la búsqueda de la verosimilitud, para ello se vale de diferentes recursos, como pueden ser las descripciones muy pormenorizadas; los personajes que evolucionan a lo largo de la obra y aparecen en varias obras del mismo autor. Por este mismo motivo, en la novela realista se unen los hechos históricos con la ficción; los personajes reales con los inventados. También por esta causa la acción transcurre en lugares conocidos, se alude a fechas coincidentes con el momento en que se escribe la obra y se hace que los personajes hablen conforme a su condición social. Otro rasgo formal es la utilización de un narrador, que aun adoptando diferentes formas, suele aparecer como omnisciente (con el papel de cronista). Aparte de la narración tradicional y el estilo indirecto sobresalen el diálogo (caracterización de personajes) y el monólogo interior (subjetividad) y la búsqueda de la naturalidad estilística.
2. El Realismo en Europa
2.1. La novela francesa.
En pleno poderío romántico hubo dos escritores que comenzaron a describir la realidad con una dialéctica distinta, Stendhal y Balzac.
El primero escribe novelas que aún conservan rasgos del romanticismo como el reflejo de sus experiencias o que el amor sea el desencadenante de la acción. Sin embargo, introduce dos rasgos realistas: la importncia de la descripción minuciosa del paisaje y la inserción de personajes en un momento determinado, en una sociedad que funciona como marco y explicación de historias individuales. Sus novelas principales son Rojo y Negro y La Cartuja de Parma. Destaca, sobre todo, por sus magníficas dotes de observación de carácter psicológico.
Honorè de Balzac posee una precisión mucho más objetiva, por lo que inaugura la gran generación de novelistas realistas.Autor de más de 90 novelas que agrupó bajo el título de La comedia humana con la intención de ofrecer un mosaico de la sociedad de sus tiempo. Esta novela está poblada de casi 2000 personajes, que se repiten en unas y otras novelas, y cuyas vidas se entrelazan y se superponen. El carácter de muchos de ellos está dominado por la codicia, el deseo de ascención social y el egoísmo. Balzac observa todo, tanto al individuo como a la sociedad. Cada estrato de la vida común tiene unas características que el novelista observa y describe. Destaca Eugenia Grandet, relato en el que la avaricia de un hombre, Grandet, capaz de traicionar incluso a su hermano, queda compensada por la bondad de su hija Eugenia.
Gustave Flaubert tiene la misma preocupación por someterse al tema, eliminando lo lírico y personal del Romanticismo. Pero en él hay una gran preocupación estilística que no encontramos en Balzac, y que lo lleva a cuidar su expresión. Flaubert consigue el equilibrio entre la narración y la descripción. La acción de sus novelas está llevada con suma habilidad, a pesar de haber tratado temas tan distintos como Salambó, que narra la vuelta de los mercenarios cartagineses después de la primera guerra púnica, y Madame Bovary, que nos explica la desastrosa vida y muerte de una mujer que sueña demasiado. El empeño que el autor puso en esta obra –casi seis años tardó en escribirla‐ nos revela que está llena de secretas intenciones. Emma Bovary es un quijote femenino, aunque en su caso son novelas sentimentales y amorosas, y no de caballerías, las que deforman su imaginación; es una provinciana con la cabeza llena de viento, que ha leído poco y mal, pero lo suficiente para sentirse incomprendida despreciando al burgués de su marido y lanzándose a amoríos. La obra es, en el fondo, una sátira amarga contra los sueños románticos. Y, al igual que Cervantes, Flaubert supo dotar a su personaje de una humanidad tal que la figura del personaje principal nos atrae irresistiblemente y queda muy por encima de la sátira con que el autor ridiculiza los gustos y las costumbres burguesas de la época.
Con el paso del tiempo, las notas realistas se van acentuando hasta llegar a un punto en que es
más importante mostrar que describir. Los hermanos Goncourt hacen que el realismo pesimista de
Flaubert pase a un naturalismo del que Émile Zola será, posteriormente, el representante más
importante. Este autor llevará a la exageración máxima los principios del Naturalismo.
2.2. La novela inglesa.
En la segunda mitad del siglo XIX, como en toda Europa, cambian los ambientes. Es el reinado
de Victoria el periodo de consolidación y progresos políticos. Y, sin duda, el gran novelista de esta época es Charles Dickens, cuya infancia se ve marcada por la prisión que sufre su padre, por lo que tiene que ganarse la vida en una fábrica. Luego fue empleado y periodista, hasta que sus éxitos literarios le procuraron una sólida posición y enorme popularidad. De esta formación nutrió los ingredientes de sus novelas: juventud desamparada, oficios humildes, gentes pobres con quienes convive, barrios marginales…
El realismo de Dickens no es, no obstante, sombrío, sino amable, sonriente y tierno. Sus mejores relatos se refieren a niños o gentes extravagantes o pintorescas. Entre sus obras más destacables citaremos David Copperfield, Cuento de Navidades y Oliver Twist.
2.3. La novela rusa. Tolstoi.
Prácticamente toda la producción novelística rusa del siglo XIX pertenece al realismo, y ofrece cuatro nombres de la literatura universal: Gogol, Turgeniev, Dostoievski y Tolstoi.
Nicolas Gogol se inició en el Romanticismo y publicó una gran novela histórica, Taras Bulba.
Las almas muertas, que describe la terrible realidad campesina aplastada bajo el cielo de la estepa.
De Turgeniev destaca su famosa novela Padres e hijos, que expone el ambiente de lucha de la
sociedad de su tiempo. Con él se inicia, sin duda, la edad de oro de la narrativa rusa. Otras obras suyas son Mumu y Un rey Lear de la estepa, de obvia influencia shakespeareana.
Fedor Dostoievski forma, junto a Tolstoi, la gran pareja de novelistas rusos del realismo. Entre los dos descubren el más importante principio de la psicología moderna: la ambivalencia de los sentimientos. El amor y el odio, la humildad y el orgullo, la miseria y la grandeza están inseparablemente unidos, porque todo impulso, toda excitación engendra su contrario.
La vida de Dostoievski, tras ser condenado a muerte y serle conmutada la pena por su destierro a Siberia, transcurre llena de contrariedades y desengaños, lo que influirá mucho en su concepción de la novela. De esta manera, graba tipos miserables, desgraciados, excéntricos, anormales, siempre
poseídos por extrañas pasiones o enfermedades. Sus novelas son abrumadoras y alucinantes, al mismo tiempo que grandiosas por la fuerza e intensidad de los temas y el profundo análisis psicológico con que retrata a los personajes. Tal es el caso de obras como Crimen y castigo, Humillados y ofendidos o Los hermanos Karamazov.
León Tolstoi, aunque no le va a la zaga, no alcanza su fuerza patética. A pesar de ello, es también uno de los grandes de la literatura universal.
En la obra de este autor se advierten unos temas dominantes, que convierten al escritor ruso en puente entre el Realismo y la literatura del siglo XX:
- La cuestión social. El escritor muestra un retrato completo de la sociedad de su tiempo. La nobleza aparece como hipócrita y egoísta, pervertida y artificiosa, frente a la clase trabajadora que es depositaria de los verdaderos valores humanos.
- La cuestión existencial. Muchos de sus personajes son infelices ante sus circunstancias y buscan un sentido que justifique sus vidas, hecho por el que se produce un choque entre los deseos y las normas sociales.
- La cuestión religiosa. El autor entiende la fe como única vía de escapa a la angustia vital. Pero se le plantean dos problemas: el choque entre religión y poder representado por la Iglesia a la que culpa de muchas injusticias sociales; y en segundo lugar, los interrogantes acerca del ser humano que no puede resolver con su fe.
En Ana Karenina, por ejemplo, hace un estupendo análisis de una contradictoria psicología femenina. Narra la trágica pasión amorosa de Ana, casada sin amor con el ministro Alejo Karenin, que se siente perdidamente atraída del joven oficial Alexis Vronski. Después de una lucha interna, abandona su casa, su esposo, su hijo, para irse a vivir con Vronski. La falsa situación social, la prohibición de ver a su hijo, las continuas reyertas entre los amantes, provocan la ruptura y la desesperación que obliga a Ana a arrojarse en la vía férrea al paso del tren.
Estas obra quedan sin embargo, ensombrecidas por Guerra y paz, un relato de perfil realista construido a partir de las vivencias entrelazadas de varias familias de origen aristocrático. Junto a estos personajes, además, surgen otros menos definidos pero con una gran relevancia histórica, tales como el emperador Napoleón I, el general Kutúzov y Alejandro I, entre otros.
Tolstói ofrece una descripción perfecta de cada uno de ellos y, a través de sus vivencias, deja al descubierto numerosos episodios que se desarrollaron a lo largo de más de cincuenta años de historia rusa, desde las guerras napoleónicas hasta mediados del siglo XIX. La campaña rusa en Prusia, el incendio de Moscú y el accionar del ejército francés en Rusia son sólo algunos de los acontecimientos bélicos y revolucionarios que, en “Guerra y Paz”, se conjugan con las crónicas familiares.
Hacia el final de su carrera escribirá La muerte de Ivan Ilich novela corta que muestra un cambio de mentalidad del autor en el que se plantea el sentido de la organización de la sociedad. La obra gira en torno a Ivan Ilich irá muriendo, y planteándose el porqué de esa muerte y de esa soledad que lo corroe, a pesar de estar rodeado de personas en el mundo aristocrático y que él mismo ha construido.
El Naturalismo.
Este movimiento pretendió llevar hasta sus últimas consecuencias los postulados del Realismo, por lo que intentó retratar la realidad con un método científico, para lo que hizo de la observación y de la experimentación su método de trabajo. La conclusión a la que llegaron sus cultivadores es que el hombre es pura materia y que no tiene libertad de actuación, porque su existencia se halla determinada por la herencia genética (Mendel) y las circunstancias sociales. Todo lo anterior explica que las novelas naturalistas estuvieran protagonizadas por tarados, alcohólicos, psicópatas, seres que obedecían a impulsos primarios; esto es, personajes dominados por su origen biológico o por la sociedad opresiva en la que vivían. Sus bases fueron establecidas por el autor francés Émile Zola, a partir de dos corrientes científicas y filosóficas de la época:
- El Materialismo: considera que todo tiene una explicación física y niega la existencia de un Ser Superior.
- El Determinismo: entiende que la razón de los problemas sociales están en el ambiente y la de los individuos en la herencia biológica.
Zola considera que "El novelista está compuesto de un observador y un experimentador". El observador escoge su tema (el alcoholismo, por ejemplo) y emite una hipótesis (el alcoholismo es hereditario o se debe a la influencia del entorno). El método experimental reposa sobre el hecho de que el novelista "interviene de una manera directa para colocar a su personaje dentro de las condiciones" que revelarán el mecanismo de su pasión y verificarán la hipótesis inicial.
Cabe destacar que, si bien Realismo y Naturalismo son muy parecidos en el sentido de reflejar la realidad tal y como es (contrariamente al idealismo romántico), la diferencia radica en que el Realismo es más
descriptivo y refleja los intereses de una capa social muy definida, la burguesía, mientras que el Naturalismo extiende su descripción a las clases más desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y casi
mecánica la raíz de los problemas sociales y alcanza a hacer una crítica social profunda; además, si el
individualismo burgués es siempre libre y optimista en su fe liberal de que es posible el progreso sin
contrapeso y labrar el propio destino, el naturalismo es pesimista y ateo merced al determinismo, que afirma que es imposible escapar de las condiciones sociales que guían nuestro sendero en la vida sin que podamos hacer nada por impedirlo. El autor más representativo del naturalismo francés es Zolá que junto a un pequeño grupo de autores entre
los que está Guy de Maupassant o los hermanos Goncourt desarrollaron esta nueva teoría que aplicaron a sus obras. El tema principal de de su obra es la denuncia de la sociedad francesa. En La taberna se narra la vida de
Gervais una mujer de clase obrera que es abandonada por su marido y lucha por mantener a su familia sin
poder evitar que todos sus esfuerzos queden diezmados por la degradación que nace del ambiente que los
rodea. Germinal se desarrolla en Francia, en un pueblo donde la vida gira en torno a las minas de carbón,
lugar de donde la mayor parte de las familias obtienen sustento de éstas. Esta novela que forma parte de Les Rougon Macquart, serie de novelas en torno a una familia, denuncia la luchas del trabajo frente al capital
en el contexto de la las luchas obreras de finales del siglo XIX. En ella aparece retratado el obrero que vive en unas condiciones inhumanas y por cuyas venas corre la ira y el rencor que no conseguirá aplacar el
control del capital que surge como un dios inaccesible que controla la vida de los obreros. Además del Naturalismo que ofrece una revisión del término realista, otros autores rebatirán la función
utilitaria que este término adjudica al arte. Surgirá el Parnasianismo francés preocupado por encima de todo por la búsqueda de la perfección formal del texto literario. Algo después, el Simbolismo también se aparta
del realismo, al considerar la realidad material simplemente como un punto de partida que permite al artista
llegar a la verdad escondida tras lo aparente.
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