lunes, 20 de febrero de 2012

1. Los orígenes de la literatura

En torno al 3500 a.C. Nacen las primeras civilizaciones conocidas que se asentaron en la orilla de grandes ríos debido a la fertilidad de sus tierras: Mesopotamia, Egipto, India y China. Esta circunstancia propició un desarrollo económico que se materializó en el surgimiento de las primeras urbes con unas sociedades muy jerarquizadas, a las que se atribuyen los primeros documentos escritos de la historia.
En el Mediterráneo oriental surge la religión monoteísta más antigua, el judaísmo, que desde el siglo 1000 a.C. que sentará las bases para el surgimientos del cristianismo y el islamismo.


Literatura de la India
La primera fase de la literatura en sánscrito, el periodo védico, toma su nombre de la palabra veda, «ciencia». Básicamente, consiste en una amplia serie de textos religiosos (rezos y fórmulas rituales, himnos, tratados filosóficos, aforismos, etc.). Los más antiguos, agrupados en la recopilación denominada Rig-Veda, se remontan al siglo XV a.C.
El periodo clásico comienza hacia el s. IV a.C. y en él aparecen obras de contenido profano que se adscriben a la epopeya (canto épico) y al cuento.
  • La epopeya tradicional nos ha legado dos grandes obras, el Mahabharata y el Ramayana, ambas recogidas por escrito en el s. II. El Ramayana, atribuido en sus orígenes a un tal Valmiki, narra los esfuerzos del rey Rama por rescatar a su esposa, raptada por el rey de los demonios. De gran cuidado formal, incluye leyendas y nociones de filosofía. Siguiendo el modelo del Ramayana, a partir del s. VII surgió una épica artística y culta de tema histórico y legendario. El poema épico Mahabharata es la obra más extensa de la literatura universal. Consta de más de doscientos mil versos repartidos en dieciocho cantos.
    Alrededor de una trama central legendaria sobre las luchas entre los descendientes de dos hermanos, se van intercalando descripciones, largos discursos, historias secundarias (como la de Nala y Damayanti, que narra la historia de amor entre dos hermosos príncipes), y hasta un tratado filosófico y espiritual, el Bhagavadgita.
  • De las abundantes recopilaciones de cuentos y fábulas indias, la más antigua y famosa es el Panchatantra (s. IV-V). Se trata de una colección de setenta fábulas que sirven como elemento adoctrinador de un príncipe al que se le debe enseñar cómo obtener éxito en la tierra.

Literatura en Mesopotamia

En Mesopotamia (territorio que coincide con lo que hoy es Irak), florecieron diversas culturas desde el IV milenio a.C.: sumerios, acadios, babilonios, asirios, hititas... Estas culturas desarrollaron las primeras formas de escritura conocidas (la escritura cuneiforme), y legaron, a través de tablillas de arcilla, una literatura compuesta fundamentalmente por textos e himnos religiosos y por poemas épicos sobre los orígenes míticos del mundo, como el Poema de Gilgamesh que trata sobre las aventuras del rey Gilgamesh, también conocido como Istubar, y su amigo Endiku. Una de las tablillas relata un episodio sobre el diluvio y que influiría directamente en el mito aparecido en la Biblia. Las aventuras para matar al gigante Humbaba, el descenso a los infiernos y la relación entre dioses, semidioses (como el propio Gilgamesh) y mortales le dan un claro origen prehelenístico. El núcleo sentimental se encuentra en el duelo tras la muerte de Enkidu, que es castigado por los dioses. Los críticos consideran que es la primera obra literaria que hace énfasis en la mortalidad e inmortalidad y lo limitado de la naturaleza del ser.
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Literatura egipcia.
Los más arcaicos testimonios en la literatura del antiguo Egipto (III milenio a.C.) son composiciones litúrgicas, literatura sapiencial (Instrucción de Ptahhotep), cantos de trabajo y textos de agudo pesimismo, como el Diálogo de un hombre cansado de la vida con su espíritu. Más adelante (II milenio a.C.) florece la narrativa, en la que destacan las Aventuras de Sinuhé o el Cuento de un náufrago. La obra más conocida del Antiguo Egipto es el Libro de los muertos, una amplia colección de textos de distintas épocas que contienen fórmulas mágicas, himnos y oraciones utilizadas para guiar y proteger el alma durante el viaje a la región de los muertos.


Literatura hebrea.
La literatura hebrea antigua se concentra principalmente en los diversos libros bíblicos, algunos de los cuales, como el Cantar de los Cantares o el Libro de Job, poseen un notable tono literario. También en el Talmud, el otro libro sagrado del hebraísmo, abundan las partes narrativas. La literatura hebrea medieval más importante se cultiva en España, con grandes figuras como el poeta Selomó ibn Gabirol (s. XI) o el filósofo Maimónides (s. XII).
La Biblia reúne una colección de escritos vinculados a las religiones judía y cristiana. Consta de Antiguo Testamento, escrito en hebreo, desde el siglo XIII al I a.C., y Nuevo Testamento, escrito en griego en el siglo I d.C.

El Antiguo Testamento recoge la historia, creencias y tradiciones judías antes de la venida de Jesucristo. Contiene cuatro tipos de libros: históricos, poéticos, proféticos y sapienciales. Los más importantes libros históricos son los cinco atribuidos a Moisés; en otros aparecen historias individuales como Ruth, Esther o Judit. Algunos de los libros poéticos más importantes son el de Job, los Salmos, compuestos en su mayoría por el rey David, y el Cantar de los Cantares. Entre los libros proféticos destaca el de Isaías. Los libros sapienciales son enseñanzas morales en forma de máximas, algunos atribuidos a Salomón.

El Nuevo Testamento, la parte de la Biblia cristiana dedicada a la vida de Jesús de Nazaret, consta de veintisiete escritos. Algunos tienen forma de historia (los cuatro Evangelios y los Hechos de los apóstoles), otros son cartas y uno es una revelación (el Apocalipsis).


Literatura china
La literatura china nace con posterioridad a la hindú y en ella se advierten dos tendencias, una literatura popular de estilo sencillo y escrita de forma anónima, que se ha conservado hasta nuestros días y otra de carácter culto en la que tiene especial importancia el periodo clásico (S. VI a.C.-II a.C).
La obra poética más importante de este periodo es el Libro de las odas, una antología de 305 poemas, que según cuenta la leyenda fueron escritos por Confucio, y en los que se trata el tema de la vida cotidiana de los campesinos y la vida y costumbres de la nobleza feudal china.
Dentro de la obra en prosa destacan los Cinco Clásicos, que forma junto con la obra citada anteriormente el núcleo central de la literatura del periodo: el Libro de las mutaciones, que es un manual de adivinación, el Libro de los documentos, colección de documentos históricos antiguos, la Memoria de los ritos, trata de las ceremonias de conducta públicas y privadas y los Anales de la primavera, crónica de eventos históricos acaecidos en la China feudal desde el siglo VIII a.C. hasta la muerte de Confucio. Estos libros recogen la base de la ideología de este pensador, que se basa en en la mejora de las cualidades humanas a través de la fidelidad a uno mismo y a los demás.

Antigüedad clásica

Las leyendas y los mitos constituyen la principal fuente de la primera literatura griega, y mediante ellos, el ser humano accederá al conocimiento del mundo y de sí mismo. Así, esta primera significación espiritual fue desapareciendo para ser sustituida por una dimensión simbólica que podía aplicarse a la experiencia humana y que explicaba la función del hombre en el mundo.
Tras la consolidación de la literatura griega, Roma se apropiará de de la enciclopedia mítica helena y la adaptará a su propio contexto y necesidades. A través de Roma, el material legendario griego llegará a las literaturas occidentales, convirtiéndose en uno de los pilares de la cultura del occidente europeo.

Los griegos

La sociedad de la antigua Grecia puso énfasis considerable en la literatura. Muchos autores consideran que la tradición literaria occidental comenzó con las creaciones de la época clasica hasta el siglo V a.C. En este periodo destacan los poemas épicos La Ilíada y La Odisea de Homero, que siguen siendo grandes figuras en el canon literario por sus descripciones y el manejo de temáticas como la guerra y paz, honra y deshonra, amor y odio. Entre los poetas posteriores fue notable Safo, que dio forma a poesía lírica como género vertiendo en ella su visión del mundo y su sentimentalidad.
El periodo clásico (hasta el 356 a.C.) viene delimitado por el contexto geográfico de Atenas en donde florece el género teatral. El dramaturgo Esquilo cambió la literatura occidental por siempre al introducir el diálogo y la interacción en el teatro. Su obra cumbre fue la trilogía la Orestíada. Otros talentos dramáticos fueron Sófocles, quien convirtió la ironía en técnica literaria, en su obra Edipo rey, y Eurípides, que utilizó el teatro para desafiar las normas sociales en Medea, Las Bacantes y Troyanas, obra aún notable por desafiar la percepción común de nociones como la propiedad, el género y la guerra. Aristófanes, un comediante, usó esas ideas en un tono menos trágico en sus obras: Lisístrata y Las Ranas, en las que se presenta la vida cotidiana como un espectáculo cómico.
Aristóteles, alumno de Platón, escribió docenas de trabajos en muchas disciplinas científicas, pero su contribución más grande a la literatura era probablemente su Arte Poética, en donde plantea su concepto del drama y establece parámetros para la crítica literaria.

Los romanos

En muchos aspectos, los escritores de la Antigua república romana y el Imperio romano eligieron evitar la innovación en el favor de imitar a los grandes autores griegos; la Eneida de Virgilio emuló en gran medida a las obras homéricas. Él es el responsable de la construcción de la idea de roma al trabajar sobre el material legendario de origen griego y construir un poema épico que ofrece la versión poética del pasado, presente y futuro de Roma.
En el teatro se optó por desarrollar la comedia griega, así Plauto, dramaturgo cómico, siguió los pasos de Aristófanes utilizando la técnica de la contaminación, o la reelaboración que los esquemas y los personajes de la Comedia Nueva griega en las que se introduce un lenguaje obsceno y abundantes referencias romanas con el fin de acercar la obra al público. La intención del autor es provocar la carcajada a partir de un enredo amoroso, que se complica gracias a cambios de identidad o desconocimiento de los orígenes.
En la poesía destaca las Metamorfosis de Ovidio en la que se retoman diversos mitos griegos con el fin de escribir una historia universal de la mitología desde la creación del mundo hasta la muerte de César. El tratamiento del mito está desligado del sentimiento religiosos, por lo que las relaciones de los dioses se han humanizado dotando de verdad a los amores más desmesurados y antinaturales. Si bien es innegable la maestría de los grandes autores romanos, también lo es que fueron muy poco creativos literariamente en comparación con los griegos. Una de las pocas creaciones literarias romanas fue la sátira. Horacio fue el primero en usarla como herramienta para criticar la moral y las costumbres por encima de lo meramente político. Posteriormente escribirá las Odas en las que abandonará los ataques personales y políticos y se decantará por la contemplación de la naturaleza y el canto a los pequeños placeres de la vida.

Esta preservación y desarrollo de la literatura y la cultura griegas por parte de los autores romanos, sentará las bases de la cultura occidental tanto en los géneros como en los temas. La impronta clásica permanecerá como una fuente de saber en la Edad Media y cobrará un auge durante el Renacimiento en el que los humanistas se mirarán en el espejo de los clásicos como fuente de inspiración.

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