Estas nuevas composiciones presentan varias novedades importantes. Ya no son anónimas, sino obra de autores conocidos, llamados trovadores (en la Edad Media, el término poeta se aplicaba a los autores que escribían en latín). Los trovadores componen los poemas y los difunden acompañados de música, normalmente compuesta por ellos. Son una especie de juglares, pero cultos (aunque no clérigos) y mucho más respetados. Habrá entre ellos desde nobles hasta plebeyos.
El público de los trovadores era, fundamentalmente, una aristocracia cada vez menos guerrera y más refinada. A esta aristocracia dejó de interesarle los cantares de gesta, con sus héroes demasiado ingenuos y brutales, y empieza a inclinarse por la temática amorosa. Surge una nueva concepción del amor desarrollada por los trovadores y resumida en el tratado Sobre el amor, de Andreas Capellanus (s. XII), el amor cortés. Se trata de una adaptación del feudalismo a la relación amorosa. El señor es la dama, noble y casada, a la que el poeta, obediente vasallo enteramente a su servicio, ama apasionadamente en secreto. Así, el enamorado se presenta como un siervo de la dama, a la cual se denomina a menudo «señor». Se trata de una dama virtuosa que, a su vez, genera virtud en el hombre que la ama. La poesía del amor cortés presenta una serie de tópicos que se repiten en abundantes composiciones. El amor es frustrado y a menudo no correspondido; con frecuencia es también imposible y secreto. A pesar de ello, el amante siempre insiste en solicitarle a la dama un galardón o muestra de su amor. El poeta sufre por el rechazo de la mujer, pero, aun así, siente placer por el mismo hecho de amar. Es un sentimiento contradictorio, un padecimiento consentido, al cual el enamorado no puede ni quiere renunciar.
Los trovadores, haciéndose eco de los distintas doctrinas poéticas van a dividirse en dos grupos diferenciados por su concepción de la poesía:
- El trobar leu se define como una composición poética que se expresa con un lenguaje claro y accesible, sin renunciar a la retórica y a la música, pero anteponiendo un fácil entendimiento de la palabra.
- El trobar clus, más elitista, se expresa en un lenguaje oscuro, con unas fórmulas difíciles y de polivalencia ambigua. Hay dos vertiente en el trobar clus: el trobar rich, que rechaza para la poesía la palabra usual y se decanta por el hermetismo a través de las metonimias, metáforas, sinécdoques, así como rimas raras y de difícil consonancia y una segunda vertiente, que podemos llamar conceptista, que utiliza expresiones deliberadamente ambiguas para expresar conceptos enigmáticos.
Según el tema, en la lírica trovadoresca se distinguían los siguientes subgéneros:
- Cansó: poesía amorosa de refinada expresión literaria.
- Sirventés: poema satírico, de ataque personal o crítica moral.
- Pastorela: encuentro de un caballero con una bella pastora.
- Planh: lamento sobre la muerte de una persona u otra desgracia.
- Tensó: debate entre dos poetas sobre diversos temas.
- Alba: separación de los amantes al amanecer tras pasar la noche juntos.
Guilhem de Peitieu (1071-1126), poderoso noble, fue el primer trovador y el primer poeta románico de nombre conocido.
Bernart de Ventadorn (s. XII), muy popular en su tiempo, es quizá el mayor poeta amoroso; se conservan de su obra alrededor de cincuenta piezas.
Arnaut Daniel (s. XII) se hizo célebre por su estilo difícil; su poesía es muy compleja y estaba destinada a un público muy culto.
Guillem de Berguedà (¿1138-1196?) fue el mejor trovador catalán.
Peire Vidal (¿1183-1204?), destacó por su ingenio y su fama de conquistador.
Bertran de Born (s. XII) compuso poemas de tema político, donde ataca con fuerza a algunos reyes y nobles.
Giraut de Bornelh (s. XII) tuvo tanto éxito que fue considerado el mejor trovador. Fue un poeta muy hábil y refinado.
Durante el siglo XIII surge en Italia el llamado “Dolce stil nuovo”, que como la lírica de los trovadores antes, y la renacentista después, tiene como eje una concepción idealista del amor.
Con respecto a los trovadores, su rasgo distintivo puede considerarse, precisamente, una agudización, una intensificación de esa idealización. Si entre los trovadores la dama era mi dons (mi dueño) como en un eco de las relaciones de vasallaje feudales, en el dolce stil nuovo, será la dona angelicata, la mujer angelical, ser extraordinario (angelical) al que se ve como intermediario entre el hombre y Dios. La purificación del espíritu llevada a cabo por el amor, piensan estos poetas, pone el alma del amante en condiciones de llegar hasta Dios.
El dolce stil nuovo es una derivación o evolución de la poesía de los trovadores. En Italia esta evolución de la tradición trovadoresca, da lugar en el siglo XIII al dolce stil nuovo, que podemos considerar una renovación o una puesta al día por parte de los poetas italianos de esa tradición recibida de los trovadores.
El dolce stil nuovo fue un estilo poético definido originalmente por el poeta Guinizelli(1230-1276) y por Cavalcanti(1259-1300). El primero establecía un concepto nuevo de la nobleza: sólo es noble quien tiene un corazón gentil (la nobleza no proviene de la sangre (los trovadores sólo admitían esa nobleza). la mujer hace posibles en el poeta las virtudes necesarias para su salvación en Dios, es una especie de mediadora ante la divinidad, como lo eran los ángeles, de ahí el apelativo de dona angelicata que sustituye a la concepción feudal de la dama en los trovadores.
Dante en su Vita Nuova y en La Divina Comedia también presenta a una mujer adornada de belleza y virtudes casi divinas, pero incorpora una novedad: la amada tiene nombre y biografía propia. El poeta sitúa a Beatrice, tras su muerte real, en el Paraíso como el mismo dios. La amada se ha reintegrado al que es su lugar natural, pues su vida terrenal estuvo dominada por la humildad y la bondad.
Dante crea un modelo de personificación de la amada en un ser real que seguirá Petrarca en su Cancionero, en el que Laura es el eje de su poesía amorosa y el desencadenante del sufrimiento por su indiferencia mientras vivía y después de la muerte, que se la arrebata. La dama sigue siendo exageradamente hermosa, pero la suya es una belleza humana, no angelical. La relación amorosa sigue siendo un camino de perfección espiritual, pero la mujer no es un ser divino, sino un humano inalcanzable.
El dolce stil nuovo, se apoya en una concepción filosófico-teológica, propia de la ideología medieval, que sostenía que los seres angélicos no podían ejercer directamente su influencia benéfica sobre los hombres pues estos eran unos entes materiales que carecían de la sensibilidad necesaria para recibir tales influjos. De ahí la necesidad de la mujer, mitad humana y mitad angélica y capaz por tanto de recibir esos influjos y transmitírselos al hombre.
Como el amor cortés, y luego el neoplatónico en el Renacimiento, se trata de un amor ante todo espiritual, donde lo físico queda en un segundo plano o es rechazado como menos perfecto.
Como el amor cortés, y luego el neoplatónico en el Renacimiento, se trata de un amor ante todo espiritual, donde lo físico queda en un segundo plano o es rechazado como menos perfecto.
Estos dos momentos de la tradición de la lírica culta europea en romance, tienen su peso en el camino que, junto con la recuperación de los clásicos greco-latinos desemboca en la lírica culta renacentista.
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