domingo, 8 de abril de 2012

8. El nacimiento de la lírica moderna.

8. El nacimiento de la lírica moderna.
El nacimiento de la lírica moderna: Características de la poesía del último tercio del s. XIX y principales tendencias.

La lírica de la segunda mitad del siglo XIX se caracteriza por la reacción contra los temas y formas caracterizadores del Romanticismo y por sentar las bases de la poesía del siglo XX. Existen dos tendencias que marcarán la poesía posterior: la poesía-comunicación que se dirige con sus versos al receptor para proponerle una idea precisa de índole social y la poesía-expresión que reivindica la autonomía de la poesía respecto a la realidad y defiende la inutilidad del arte.
Dentro de esta segunda tendencia se agrupan:

El Decadentismo
El Decadentismo como movimiento estético surge en Francia a finales del siglo XIX. La estética decadentista es una visión elitista, reaccionaria y hedonista de la vida. De ahí que algunos de sus miembros sean considerados como poetas malditos (Verlaine, Rimbaud, y la fuente de inspiración: Charles Baudelaire)

El Simbolismo
La tendencia más innovadora de la época es el simbolismo que nace con Charles Baudelaire, un poeta fundamental de la literatura francesa del siglo XIX: una de sus obras, Las Flores del Mal, será el punto de partida de una nueva forma de entender la poesía. Sus características principales son: la negación del valor poético de la realidad de la que reniegan en un intento por diferenciarse de los usos sociales; la simbolización de la realidad o la interiorización de esta por parte del poeta para encontrar la realidad escondida tras ella; el desprecio del gran público incapaz de entender este arte y la renovación formal de la lírica mediante la ruptura de la métrica tradicional, el versos libre o la libre asociación de ideas.


El Parnasianismo
El Parnasianismo surge como una derivación del Romanticismo, en parte entendido como una huida de los excesos del último Romanticismo. Así, la idea fundamental del Parnasianismo es la concepción del arte por el arte, donde el arte no debe ser entendido como un instrumento de la moral o de cualquier disciplina, sino que el arte tiene valor sólo en sí mismo. El arte es el fin del artista. La única naturaleza es la artística, lo que les lleva a una consideración fría de esta realidad, y una preocupación, a veces excesiva por la forma y la perfección.


Baudelaire y los poetas malditos.
Orígenes y precursores.
Charles Baudelaire, hoy considerado padre de la lírica moderna y punto de partida de movimientos como el Parnasianismo, el Decadentismo, el Modernismo y el Simbolismo. El primer movimiento descendiente de esta ideología postromántica sería el Parnasianismo.Los simbolistas fueron separándose del parnasianismo porque no compartían la devoción de este por el verso perfecto. El Simbolismo se inclinaba más bien hacia el hermetismo, desarrollando un modelo de versificación más libre y desdeñando la claridad y objetividad del Parnasianismo. No obstante, varias características parnasianas fueron acogidas, como su gusto por los juegos de palabras, la musicalidad en los versos y, más que nada, el lema de Théophile Gautier del arte por el arte. Los movimientos quedaron completamente separados cuando Arthur Rimbaud y otros poetas se mofaron del estilo perfeccionista parnasiano, publicando varias parodias sobre el modo de escribir de sus más prominentes figuras.
Baudelaire, principal poeta del simbolista desarrolla los siguientes núcleos temáticos:
  • El disgusto hacia la realidad que le rodea crea en el poeta el spleen o hastío vital que le empuja a la huida a través del erotismo aniquilador, el buceo en la maldad del alma humana y los paraísos artificiales de las drogas, el anonimato de la muchedumbre de la urbe y la muerte, que es la única salvación posible.
  • La ciudad devora al individuo y permite que el poeta olvide su sentimiento de diferencia al confundirse con la masa diversa que la puebla.
  • La reflexión sobre el acto creativo y la función del poeta, único se capaz de ver las conexiones entre lo visible y lo invisible, es decir, la relación entre el mundo real y la belleza, las pasiones y los ideales.
Sus obras, entre las que destacan Las flores del mal y Los pequeños poemas en prosas, fueron tan renovadoras que algunas de ellas fueron prohibidas por considerarse oscuras e inmorales, al retratar sin tapujos el uso de drogas, sexualidad y satanismo.
Las flores del mal recoge poemas compuestos entre 1840 y 1861. La intención del poeta es construir un libro unitario en torno a la angustia vital, planteando seis tipos de huidas posibles a partir de seis núcleos temáticos:
  • Spleen e ideal enfrenta el mundo cotidiano y el ideal, pero las forma de huida (belleza, arte, amor) fracasan y triunfa el hastío.
  • En Cuadros parisinos el yo poético se sumerge en la ciudad de París y en sus gentes para intentar olvidar la angustia fundiéndose con la multitud.
  • El vino es el intento de encontrar la salvación y también el proceso de degradación del yo poético.
  • Las flores del mal supone la caída en las profundidades de la perversión, en los vicios, la delincuencia y el sexo destructor.
  • Rebelión recoge los primeros poemas escritos por Baudelaire en el que el autor intenta negar los valores y creencias que han hecho posible el mundo que le atormenta.
  • La muerte es la conclusión del viaje, ya que supone la evasión definitiva.
El libro Pequeños poemas en prosa guarda mucha relación con Las flores del mal, ya que se centra en la ciudad y la melancolía, aunque su importancia reside en la utilización de la prosa poética.

La llegada de los poetas malditos

Otros dos precursores del simbolismo fueron los franceses Arthur Rimbaud y Paul Verlaine. Estos dos poetas, que para esa época tenían una azarosa relación amorosa, fueron decisivos para el arranque del movimiento. Rimbaud, que contaba con 17 años, fue el más influyente, al buscar lo que llamó su alquimia del verbo en la cual trataba de convertirse en vidente por medio del desarreglo de todos los sentidos. Con este pretexto pasó a sumirse, junto a Verlaine, en toda una ola de excesos. Vagabundeaba día y noche por las calles de París para luego presentarse en las reuniones literarias con la ropa sucia o en estado etílico, hechos que rápidamente le dieron mala fama y el sobrenombre de enfant terrible. Sus obras más representativas fueron Una temporada en el infierno e Iluminaciones. En el primero se encuentran poemas satíricos, autobiográficos, de denuncia social y políticos mediante los cuales se sitúa contra los valores tradicionales de la sociedad burguesa. En el segundo sigue la misma línea temática y anticipa la liberación del lenguaje que se hará patente en el surrealismo a partir de 1925.
En cuanto a Verlaine, su libro de crítica literaria Los poetas malditos se convirtió en el más influyente escrito dentro del Simbolismo hasta esa época, mostrando la verdadera esencia del movimiento. Verlaine expuso que dentro de su individual y única forma, el genio de cada uno de ellos había sido también su maldición, alejándolos del resto de personas y llevándolos de esta forma a abrazar el hermetismo y la idiosincrasia como formas de escritura. También fueron retratados como desiguales respecto a la sociedad, al llevar vidas trágicas y entregarse con frecuencia a tendencias autodestructivas; todo esto como consecuencia de sus dones literarios. Pero a Verlaine, se debe a la creación de un conjunto de símbolos asociados ala melancolía, que se convertirán en auténticos tópicos literarios : los parques abandonados, la ambientación otoñal, las estatuas decrépitas o las hojas muertas.
Después de esto, Paul Verlaine pasó a convertirse en el líder del decadentismo (movimiento literario hermano al Simbolismo) y Stéphane Mallarmé (1842–1898) pasó a ser la figura más representativa del simbolismo, en especial después de publicar su libro Una tirada de dados jamás abolirá el azar, que se caracteriza por la sensación de soledad y la presencia de la muerte debido a la esterilidad de los actos humanos y el vacío de la existencia.

La renovación norteamericana
Lo más característico de la lírica norteamericana de estos años es que no puede adscribirse a ninguna tendencia europea, no es romántica ni realista, no es parnasiana ni simbolista. En conjunto, puede decirse que los poetas norteamericanos intentan encontrar una línea propia que sirva para cantar a una nación en crecimiento constante y refleje los valores del país.
Walt Whitman es, sin duda, el principal poeta norteamericano. Su poesía aparece publicada por primera vez en 1855 en Hojas de Hierba, una epopeya moderna que sirve de acompañamiento al nacimiento y desarrollo de su nación. El protagonista colectivo es le pueblo americano, aunque en los poemas aflora constantemente el yo del poeta como síntesis y ejemplo de su nación y se caracteriza por un gran optimismo y fuerza vital. El poeta narra en esta obra un retrato completo de la gloria presente , lo que hace que utilice un conjunto de historias que se entremezclan con descripciones del paisaje y de personas que se unifican por la referencia constante de ese yo poético. Su innovación técnica se basa en la utilización del verso libre y la utilización de diversas modalidades de habla de las gentes norteamericanas.
Las líneas poéticas aludidas poesía-expresión frente a poesía-comunicación cristalizan en un amplísimo abanico de tendencias líricas que se adaptan a diferentes épocas históricas. En la primera mitad de siglo, con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial hay dos tendencias los poetas del cambio de siglo que exploran el camino abierto por el simbolismo y y otros que son los encargados de crear una ruptura con la tradición literaria a través de las vanguardias.
A raíz del clima prebélico de los años treinta y con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, gran parte de la poesía occidental abandona la experimentación vanguardista y opta por una nueva forma de creación lírica basada en un lenguaje conversacional que hace referencia a la realidad circundante y la expresión de la intimidad, lo cotidiano y lo social y que convive con el neovanguardismo y la continuación de la línea experimental de la poesía.

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